Un año más AGAE se ha reunido para festejar por adelantado las fechas navideñas que se nos avecinan ya en breve tras esta penúltima semana del 2024. Parece que fue ayer, o anteayer, cuando nos vimos casi la misma gente, la buena gente de AGAE, otro día del mes de diciembre, pero del 2023, aunque este año con ausencias que estuvieron muy presentes en nuestros corazones: Malú, Eslava, Manolo, Ramón, nuestro Búho favorito… y, por qué no decirlo también, el sombrero-árbol de navidad que Grace llevaba en su cabeza en pasadas ocasiones. Pero en contrapartida tuvimos una nueva incorporación de parte de la voluntariosa Vanessa de allende de los mares a raíz de su participación en la Conferencia Granadina.
Este año ha habido algunos cambios, no de gente como ya he dicho, de este coro de campanilleros, que alegres venidos con este cantar porque es Nochebuena en la madrugá:
1. En lugar de cenar nos reunimos a almorzar donde compartimos no sólo los platos cada cuatro comensales, y qué ricos y sabrosos manjares –huevos rotos con jamón, verduritas en parrilla, rica presa moruna con anaranjado salmón. Todo ello regado con refrescantes cervezas, con o sin alcohol, y algún que otro vino con o sin limón. Bebimos lo justo, no como lo hacen Los peces en el río/ que beben y beben/ y vuelven a beber. Compartimos, como decía, comida, momentos de variada conversación y algún que otro baile –Marta y yo.
2. Cambiamos el restaurante y, como rezaba la nueva letrilla de la Marimorena. En el Mamut Bola de Oro /hoy venimos a almorzar/ ¡Ay qué tribu tan colleja/se reúne en Navidad. Es un lugar muy aconsejable para una celebración de este tipo de eventos por el buen trato que el personal tuvo en todo momento, siempre atentos a
nuestras necesidades y peticiones. La última de ellas, poder permanecer en aquel agradable rincón hasta bien entrada la noche para alargar nuestra jornada con cánticos navideños, “bolerosos” y “tangueños”,
alguno de los cuales salieron de la magnífica y bien entonada voz de Miguel; se tiene que animar a formar parte de nuestro coro particular.
Al calor de la situación, Toñi y Lillo se marcaron un tango al son del gamberro tanguillo alegre Su madre era de esas/ su padre un invertido/ su mujer lo engañaba/con su mejor amigo…
3. Aprovechamos el encuentro los cantores de la Guilda Musical para ensayar y perfilar el repertorio que vamos a interpretar el próximo 20 en la Asociación del Parkinson, como viene siendo costumbre en los últimos años. Allí tocando zambombas, panderos/cantándole coplas al niño de Dios, pero todos chito, chito muy bajito,/ no se vaya a despertar. Las guitarras de Judith, Toñi y Javier, la botella de anís de Rosa, la zambomba de Marta, las maracas de Mª José, los cascabeles de Nuria, las palmas de Felipa y Puri, la campanilla de Carlos, las claves de Isa, el triángulo de Grace, las sonajas de Pilar, la pandereta de Vanessa y la mía propia, todos estos instrumentos/ unidos en el cantar/ los lanzamos a los vientos/ con amor, fraternidad/ como coro de campanilleros/ que alegres venimos; gracias a Lillo por su sempiterna grabadora móvil, de todo esto quedó constancia en los vídeos y fotos que acompañan a este escrito.
4. En esta edición del 24´ se pidió colaboración a todos los asistentes al encuentro para la composición de letrillas ad hoc de la historia anual de AGAE y allí salieron versos graciosos, jocosos y emotivos de nuestras mentes ingeniosas de Judith, Toñi, Grace, Puri porque la “Guilda compositora”/ nos ha pedido este año/ inventar nuestras coplillas/ para ahorrarse el trabajo.
Fuimos 19, aunque a última hora de la tarde se nos agregó nuestro querido Jorge con el que terminamos de disfrutar esta magnífica jornada “AGAENSE” bebiendo unas copitas de cava y sidra para acompañar los riquísimos mantecados y polvorones que voluntariamente trajeron nuestro actual “matrimonio presidencial” y el “fundacional”; se me entiende? Espero que hayáis disfrutado de mi crónica.
Cronista: Mª Lourdes Henares Molina