El 21 de abril de 1913 el diario ABC relataba una crónica sobre un llamativo desfile infantil muy bien acogido en la capital «El tambor sonaba acompasado, y acompasados también marchaban ayer por las calles madrileñas hacia el campo los muchachos exploradores, luciendo el nuevo uniforme, altivos, marciales, orgullosos de su aspecto militar. Hay quienes sonríen escépticos y malhumorados ante esta organización infantil, sin perjuicio de no hacer nada práctico, ni acaso teórico, en favor de la juventud, como si el dar vida de campo a esas criaturas, sacando a muchas de ellas de la oscuridad insana de sus viviendas, dotándolas de hábitos militares, de espíritu de disciplina y de vocación patriótica no fuese labor fecunda y meritoria. No importa; los boy scouts marchan indiferentes a esas críticas, atentos sólo al compás que les marca el tambor y al impulso de un noble sentimiento que en sus almas se despierta».
Un noble sentimiento es también el que impulsa a AGAE. La Asociación Granadina de Amigos del Escultismo se constituyó con la idea de apoyar al escultismo juvenil granadino, y en cumplimiento de ese propósito iniciamos un maravilloso proyecto denominado ValleScout, lugar donde nos encontramos, un lugar donde los jóvenes pueden obtener esa vida de campo que les permite contactar con la naturaleza y educarse de forma saludable.
Durante los últimos diez años los socios de AGAE han invertido, de forma absolutamente voluntaria, muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo para conseguir que este lugar presente el aspecto actual, un entorno natural hermoso y bien conservado. Y ahora que acecha el ocaso de su existencia es buen momento para reflexionar, prestar atención a las cosas positivas que han ocurrido y sentirse agradecido.
Todos los que hemos dedicado parte de nuestro tiempo libre en mayor o en menor medida a reparar y mantener las instalaciones debemos sentirnos felices por haber podido cumplir con lo que nuestro fundador del movimiento scout nos aconsejaba en su último mensaje. Nos sentimos orgullosos de estar “siempre listos”, gozando de hacer cuanto nos fue posible por cumplir con la promesa scout, incluso aunque hace mucho tiempo que dejamos de ser muchachos.
Podemos sentirnos satisfechos con lo que nos toca y, estoy seguro de que cada uno de nosotros ha sacado el mejor partido posible a las circunstancias. Hemos conocido la verdadera felicidad cuando hemos visto las caras de disfrute que reflejaban los jóvenes que han acampado en ValleScout.
Finalmente, también nos podemos sentir agradecidos de dejar este lugar en mejores condiciones que como lo encontramos; nadie puede tener la sensación de haber perdido el tiempo, hemos hecho cuanto nos fue posible por hacer el bien y debemos sentirnos orgullosos del resultado.
Hoy queremos hacer partícipes de nuestra felicidad a los que nos han ayudado y queremos reconocer la colaboración de aquellos que han permitido que podamos cumplir con nuestros objetivos.
Agradecemos a la Asociación de Arboles Contra el Cambio Climático, bajo la dirección de su presidenta Lola Ortega, que nos haya cedido semillas y plantas para reforestar el terreno de ValleScout. Además, sus preciados consejos y orientaciones han contribuido a la formación medioambiental de los jóvenes scouts que han pasado por aquí.
Damos las gracias a la empresa Abbot por cedernos una serie de depósitos de mil litros de capacidad cada uno. Dichos depósitos nos permiten reciclar el agua de la piscina y destinarla para el riego de todas las plantas utilizadas en la reforestación.
Pero toda esta labor, todo el esfuerzo y la belleza de este lugar han corrido un serio peligro, el desastroso incendio del pasado mes de septiembre de 2022. Durante los 27 días que duró el incendio, fueron arrasadas casi 5200 hectáreas de la zona. Debemos reconocer que, desde el primer momento y hasta el final, la Comunidad de Regantes Pozo Sierra de Restábal aportó un suministro constante de recursos hídricos para poder realizar las labores de extinción.
Este lugar concreto estuvo a punto de ser pasto de las llamas, el fuego llegó a saltar las vallas que hay junto al camino, pero el buen hacer de los componentes del Cuerpo de Bomberos Forestales de la Junta de Andalucía logró que el lugar permanezca prácticamente intacto. Su dedicación bajo unas circunstancias extremas y de gran riesgo para su integridad personal, e incluso de peligro para sus vidas, ha sido reconocida por toda la comunidad. La Asociación Granadina de Amigos del Escultismo nos sumamos a ese sincero reconocimiento, nunca olvidaremos el trabajo realizado y agradecemos su labor de entrega y compromiso.
Antes de terminar, mostramos un deseo: “Esperamos que en el futuro Vallescout, con este mismo nombre o con otro, siga siendo un lugar donde los jóvenes puedan aprender de la naturaleza y gozar de los beneficios que les proporciona un entorno medioambiental tan bello y maravilloso como este”.