El premio Piña de Plata, tal como establece su Reglamento, es concedido cada año por la Asociación AGAE a la persona, grupo de personas o institución pública o privada que hayan destacado por su trayectoria scout, por su servicio continuado al escultismo o por un servicio excepcional prestado a la Asociación AGAE.
El Jurado Piña de Plata, compuesto por su Presidente, Secretario, Tesorero, vocales de Guildas y galardonados en ediciones anteriores, en sesión celebrada el día 11 de enero de 2013, decidió, por unanimidad, conceder el VII Premio Piña de Plata a Antonio Jesús Lillo Fernández.
El Jurado ha valorado no tan sólo su dilatada trayectoria en el escultismo juvenil, sino también, y especialmente, su labor de iniciativa, impulso, aliento y desarrollo del escultismo adulto. El Comité de Padres del Grupo Poseidón fue el embrión de AGAE y desde allí, con pasión, perseverancia y tenacidad fue aglutinando al nutrido grupo que hoy forma el escultismo adulto granadino. Mucho de nosotros sabíamos que la vida scout no termina después de la labor de scouter a los veintitantos años, sino que el proceso continúa durante toda la vida. Pero fue Antonio el que nos hablo de AISG, de guildas, de escultismo adulto; fue Antonio el que organizaba y dinamizaba todas y cada una de las actividades de la primera etapa de AGAE; fue Antonio el que no perdía ni una sola ocasión en que se reunieran antiguos scouts para hacer acto de presencia y explicarles el proyecto AGAE; fue Antonio el que con meticulosidad artesana creo nuestra página web en la que podíamos ver las fotos de nuestras excursiones de scouts adultos con ilusión de lobato recién entrado. Tras esta activa y vigorosa labor, el escutismo adulto granadino es un referente a nivel nacional. Nuestro programa de actividades es objeto de admiración por todos aquellos que no se explican cómo a nuestros años podemos mantener la ilusión y el estímulo para organizar tantas salidas, acampadas, visitas culturales, encuentros musicales, campamento de verano o, simplemente, vernos porque sí, porque estamos bien juntos. En todo este proceso Antonio Lillo ha sido el aliento, el soporte, el puntal sin cuyo esfuerzo y constancia nada de esto habría sucedido. Sólo cuando estuvo convencido que el tren de AGAE podía funcionar sin la locomotora Lillo, cedió el protagonismo que con tanto entusiamo y humildad había ejercido durante varios años. Pero para él la tarea aún estaba sin terminar y se dispuso a dinamizar el escultismo adulto a nivel andaluz y nacional, asumiendo nuevos retos de futuro, incluso en el ámbito internacional. Y en esas estamos ahora sin olvidar su continua presencia en todas las actividades que AGAE organiza.
No podemos olvidar en este reconocimiento a la labor de Antonio Lillo a su mujer, Toñi Fernández Cruz. Todo este trabajo de Antonio habría sido imposible sin el apoyo y estímulo constante de Toñi, que compartió con él la pasión y la perseverancia en todas las etapas de la creación y desarrollo de AGAE.
Por tanto y para terminar, tengo el honor, como actual Presidente de AGAE, de conceder el VII Premio Piña de Plata a nuestro hermano scout Antonio Lillo Fernández en reconocimiento a su labor en pro del escultismo adulto granadino.