El pasado 23 de octubre de 2021, ha tenido lugar en ValleScout la entrega de los premiados con la Piña de Plata en 2020 y cuyo acto de entrega tuvo que ser aplazado por las restricciones de la covid-19. En esta ocasión los premiados tenían un importante nexo en común: la gran labor que realizan los tres en tareas solidarias, dentro de la sociedad granadina.
– Jesús Mellado, conocido por muchos de los scouts adultos actuales por haber sido en su momento Comisario de la zona V, actualmente realiza una labor encomiable en el banco de Alimentos de Granada.
– Ignacio Pereda, scout también en su infancia y juventud, es el fundador de la Fundación Escuela de Solidaridad que acoge a más de 170 personas sin hogar de todas las edades.
– Rosi Martín, scout también en su juventud es una pieza fundamental en el complicado engranaje de las causas solidarias que se desarrollan en AGAE, entre ellas la colaboración con el banco de Alimentos y la Fundación que dirige Ignacio.
En definitiva, que las personas generosas y solidarias terminan encontrándose en sus caminos de ayuda a los demás, para así, no ya sumar, sino multiplicar sus fuerzas y servir de aliento a muchos otros.
La ceremonia, que en esta ocasión tuvo lugar en la zona de acampada ValleScout, fue entrañable para todos los que la presenciamos. En ella, nuestro presidente Papi fue dando la palabra a distintas personas que nos trazaron un breve perfil de sus trayectorias y se les impuso la pañoleta de la asociación, la Piña de Plata y un diploma acreditativo del galardón.
Cuando todos los premiados hicieron uso de la palabra, para transmitirnos sus reflexiones sobre el escultismo, o sobre su visión de la vida y sus proyectos, Javier nos emocionó a todos, mostrándonos su camiseta de Ojos del Sur para recordar a nuestro querido Nono, otro grande de las tareas solidarias y a Andrés Estudillo, Rio Bravo para muchos, gran scout y mejor persona, que se nos han ido recientemente.
Después de la ceremonia, en la que estuvieron presentes más de sesenta personas entre miembros de AGAE, familiares, amigos y scouts adultos de otras asociaciones, degustamos una rica paella campera que nuestros amantes de la buena cocina prepararon con el mayor de los esmeros.
Rematamos con canciones, guitarras, risas y el corazón pletórico al entonar enlazados la canción de la despedida: llegado ya el momento de la separación formemos compañeros una cadena de amor.