Este domingo hemos realizado una ruta muy interesante. Transcurre por la Sierra de Huétor y nos hemos reunido senderistas del Club del Olivo Viejo, Aia y nuestro grupo de AGAE, para andar juntos durante todo el mes de abril por el programa solidario en defensa de los derechos de la infancia en Madagascar, organizado por la Fundación Agua de Coco.
Dejamos los coches en la zona de las Minas, a unos 2 kilómetros pasado el campamento de Florencia, y nos adentramos por el Cortijo de las Minas, hoy solo unas piedras se mantienen en pie en un pareja que no merece ese abandono, y nos dirigimos al Cerro del Corzo, también llamado Observatorio de las Minas, desde el que tenemos a la vista los Altos de Majalijar y los picos de Sierra Nevada. Un lugar para descansar y disfrutar sin prisas.
Continuamos, descendiendo al camino del Barranco de Polvorite, y a la izquierda, por la pista forestal, llegamos al Collado del Cigarrón, para dejarnos caer, a cielo abierto, hacia el Cortijo del Chorrillo donde, con suerte, veremos un magnífico rebaño de ovejas y cabras. Desde allí, seguimos el camino unos metros y cogemos una vereda a la izquierda, para llegar al Arroyo de las Perdices. En su orilla nos sentamos a reponer fuerzas con un bocata y algunas frutas.
Por último, por el mismo arroyo, corriente arriba, llegamos al campamento de Florencia, sin pisar asfalto, junto al arroyo. Pasamos la zona recreativa y por la margen izquierda del arroyo continuamos nuestro paseo hasta llegar a los coches.
Han sido unos 12 kilómetros y unas 5 horas de marcha, en buena compañía y en un entorno único, con una diversidad paisajística y una naturaleza intensa y colorida, aún con un poquito de lluvia suave que lo ha hecho más bonito y más recogido para algunos.
También hemos aprovechado para entregar algunas semillas de lentisco y espino negro que Lola Ortega de la asociación ACCC nos regaló para intentar reforestar en Valle Scout este otoño, que cuidaremos ahora en pequeños recipientes con tierra en cada casa, y como apadrinamiento de cada planta.
Pues nada más, ha sido un placer poder contar otra salida a la naturaleza en buena compañía.