Crónica De Rosi Martín y Javier Muñoz

Un año más, y van 53, que nos reunimos para celebrar la navidad y el nuevo año, socias y socios del GEI, simbolizándolo con la colocación de un portal de Belén, en algún lugar significativo, la mayoría de las veces en el interior de una cueva, que para eso somos espeleólogos/as, otras veces en lo más profundo de algún barranco de los muchos en los que realizamos travesías, y otras veces, donde buenamente podemos, adaptándonos a las circunstancias de cada momento.
Este año el lugar elegido ha sido ValleScout, ese idílico lugar donde todo el mundo tiene cabida, y es que a veces el
destino vuelve a unir a personas dispersadas por diferentes motivos, en un punto común. Y pensareis ¿Qué tiene que ver un grupo espeleológico con ValleScout?. Pues, curiosamente, tienen muchas cosas, momentos, actividades, y, sobre todo, personas, en común. Algunos y algunas miembros de AGAE seguimos vinculados con la espeleo y el descenso de barrancos, y bastantes personas asociadas al GEI, tanto actualmente, como en todos estos años, han estado, y aun lo están vinculadas con el escultismo. Madres y padres, de diferentes grupos scouts, son, o han sido socios/as del GEI. Incluso el GEI impartió hace algunos años, cursos de espeleo y descenso de barrancos, para scout de diferentes grupos, a través de la delegación de Granada (antiguamente denominada “Comisaria Scout de la zona V Granada- Jaén).
Reencontrarse con viejas amistades forjadas en cuevas y barrancos, donde tu vida y la de ellos y ellas estaban ligadas tan fuertemente como para depender unos de otros, y no es retorica, es la pura realidad: cuando haces, o utilizas, una instalación en una cueva o en un barranco, la vida de tus compañeras y compañeros y la tuya propia, depende de la firmeza y la buena técnica con la que hagas los nudos o fijes los anclajes. Esta delicada situación se repite con cada instalación y forja una relación de amistad y confianza que difícilmente se puede conseguir en otras actividades. Así que reunirnos una vez al año, con esas amistades es algo inenarrable, que solo las personas implicadas lo podemos entender.
Con el tiempo se van notando las ausencias de quienes forjaron la historia del grupo: unos por ley de vida, ya no están con nosotros, otros por desgraciados accidentes, ya tampoco están, así que cuando nos reunimos, viejos y jóvenes socios y socias, nos felicitamos por seguir juntos, y, de alguna manera, los y las que ya no están físicamente, recuperan presencia gracias al recuerdo que aun las mantiene con vida entre nosotros y nosotras.
Pero las nuevas incorporaciones van generando buenas expectativas de continuidad.
Que las instalaciones de VS hayan servido este año para esta entrañable reunión, tiene un especial significado tanto para Rosi como para mí pues unen dos proyectos de enorme importancia en nuestras vidas. Ver a nuestras amigas y amigos del grupo espeleológico disfrutando en las instalaciones de VS, ha sido algo muy grande, tan grande como para pensar en repetirlo nuevamente. Ya veremos si es posible.
VS ha enamorado, y así nos lo han hecho saber, a las personas asociadas al GEI, que han disfrutado y se han ido encantadas de las instalaciones, donde mayores y pequeños hemos disfrutado de un maravilloso fin de semana, cargado de momentos muy emotivos. Compartir nuevas experiencias, viejos recuerdos, y como no, comida y bebida, crean unos momentos mágicos.
En nombre de socias y socios de GEI, que así nos lo han manifestado, damos las gracias a todas las personas que a lo largo de estos años han hecho, y siguen haciendo posible, que las instalaciones de VS sean un punto de encuentro para gentes tan diversas que, difícilmente, tendrían cabido en cualquier otro lugar.








